sábado, 29 de junio de 2013

Juana la Loca



Cuando llego a casa
las mentiras ya no valen,
cuando llego a casa
se acaba el baile de disfraces,
cuando llego a casa
mi cuarto es un ring de boxeo,
un duelo a muerte
entre el miedo y el deseo.
Cuando llego a casa
duermo en sábanas de hielo,
voy vagando en sueños
entre el quiero y el no puedo,
cuando llego a casa
las entrañas traigo llenas
de miradas que me acusan,
de palabras que envenenan.
Y ya no sé si he sido
un cobarde o un valiente,
tengo en el alma una espina
y en el corazón un siete,
tal vez mi vida ha sido
un rosario de mentiras
con un naipe marcado
no gano esta partida.
Mañana será el día,
mañana es el momento,
mañana sabrán todos
que soy lo que siento.

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